domingo, 31 de mayo de 2015

De paseo por Europa (-72)

¡Hola de nuevo!

Han pasado casi dos meses desde la anterior entrada.
Si, lo sé, he estado desaparecida, pero esta vez tengo excusa.
Os cuento: Tengo una entrada pendiente desde la última quedada de coruña, no se me olvida (esta semana subo las fotos). Iba a hacerla hace dos semanas, pero me fui a Polonia de intercambio y allí no tenía ni ordenador, ni tiempo.

Y bueno, al margen del tema USA, quiero hacer un pequeño paréntesis y ya que he sacado el tema contaros un poquito de mi viaje a Polonia, saliéndome un poco del tema del blog.


Pues la cosa es así:

El 14 de mayo, hace 11 días, yo y otros 14 compañeros del colegio, acompañados de dos profesoras, cogimos un vuelo hacia Barajas, donde, después de casi seis horas tirados por aquí y por allá, cogimos otro avión para aterrizar definitivamente en la capital polaca.

Cada uno de nosotros se fue con su respectiva familia, en mi caso los Wejcman (no estoy completamente segura de si se escribe así).
Dirigimos nuestro camino a casa, aunque no sin antes dar un paseo en coche alrededor de la ciudad.

Despúes de las presentaciones y la cena, decidí dar por terminado el día.

15 de mayo. 5:30 am.

La luz me despierta y maldigo completamente a Polonia entera por no hacer uso de ese maravilloso invento llamado persianas. Después del desayuno y de dejar a Julia (así se llama mi polaca) en su instituto, me reuní con todos mis compañeros para pasar el día en el casco viejo de Varsovia.

Visitamos un museo sobre la ciudad y el castillo que corona una de las plazas más bonitas de Varsovia.

(La plaza) 
(El castillo es esa cosa roja de la izquierda)

Pasamos la tarde con los polacos, que nos llevaron al piso 30 del palacio de cultura, desde donde se veía una vista increíble de toda la cuidad.



16 de mayo. 6:05 de la mañana.

Vuelvo a maldecir al listo al que no se le ocurrió poner persianas. Consigo dormir de nuevo hasta las 9.
Día con las familias.
Pasamos el día con los polacos, en el parque, tirados sin hacer nada.
A eso de las seis, Julia y su amiga Sarika vienen a buscarme al parque para preparar las cosas para el viaje a Gdansk.
Vamos a casa de Sarika y pasamos allí el resto de la tarde, haciendo el tonto básicamente.
(He de resaltar que la mitad de los polacos están obsesionados con la canción de Salsa Tequila, y bueno, tengo videos de ellas bailando, pero no quiero poner a las pobres en vergüenza)
Después de cenar vamos a la estación de tren, donde cogemos una cosa que se parece más a una cafetera que a un propio tren, que nos llevó hasta el norte de Polonia (Nota: A esta cosa/"tren" le llevó SEIS HORAS llegar hasta su destino, cuando el tren de vuelta, un tren de verdad, sólo tardó tres)

17 de mayo:
Llegamos Gdansk a las 5:10 de la mañana, después de haber dormido menos de dos horas, y, como gente valiente que somos, 15 españoles, 20 polacos (aprox) y 3 profesores, cargamos con las maletas hasta el hostal y, sin sentarnos ni 10 minutos, cogimos un autobús de dos horas (en las que hubo una sobada máxima general) hacia el castillo de Malbork (la fortaleza de ladrillo más antigua de Europa, creo recordar)
 (El castillo)

Después de pasar allí  la mayor parte de la mañana, cogimos un bus hacia el campo de concentración de Stutthof (con parada para comer en el McDonlads incluída).
Al llegar allí, nos pusieron un video de 20 minutos aproximadamente. Y puedo jurar que no había hecho tanto esfuerzo en toda mi vida para mantener los ojos abiertos.
Vale, me estoy enrollando un montón, pero es que son cosas largas de contar, lo siento.
Ahora viene la parte fuerte de la visita:
Acompañados de una guía polaca, y el profesor de español del instituto de allí, empezamos la visita.
Y esto tengo que decirlo, de todos los sitios que he visitado en los 16 años que llevo vividos, puedo jurar y rejurar que este ha sido el más interesante y sin duda, el más duro y "horrible" de todos.
Primero: un montón de zapatos, si, zapatos, totalmente quemados y casi reducidos a cenizas, que habían pertenecido a personas retenidas en el campo.
Luego pasamos a visitar las casas, edificios, almacenes, llamadlo x, donde la gente "vivía" y trabajaba.
He de decir que estaban en un estado sorprendentemente bueno.
Unos pocos mapas por unas paredes, unos documentos en otras... hasta llegar a los últimos edificios:
Camas, comedores e incluso ropa, totalmente intacta, como si el tiempo, el dolor y el sufrimiento no hubieran pasado por ellos.
Era prácticamente imposible ver aquello sin llorar.
Y lo peor no era eso.
El crematorio.
Aquella infernal sala.
Aún estaban allí los hornos donde se habían quemado cuerpos de personas inocentes que los Nazis habían dejado sin vida.
No había visto lugar tan duro en mi vida.
No podía dejar de llorar.
No entra en mi cabeza como se pudo hacer una atrocidad así, no lo entiendo y nunca lo entenderé.
Sé que no lo he contado con demasiado detalle, pero es verdaderamente difícil de explicar, pero hay que estar allí para entenderlo. Pero sólo por eso, el viaje valió la pena.
Parece que todo eso queda muy lejos... pero ha sido hace sólo 70 años, no es tanto si se piensa...
Volvimos a Gdansk y allí estuvimos "de tranquis" el resto de la tarde.
 (El campo de concentración)
18 de mayo:
Nos levantamos a las 8:20 (POR FIN PUDE DORMIR MÁS DE 5 HORAS SEGUIDAS)
Después de desayunar subimos a la torre de la catedral desde dónde se veía todo el casco viejo de Gdansk.
 (La vista desde arriba)

Y justo al bajar nos fuimos a la estación a coger un tren para viajar hacia la costa del Báltico.
Entre la playa y el bosque, paseando y sacando fotos del precioso paisaje se nos fue la mañana.


(La playuqui del Báltico)

Pasamos en un pueblo llamado Gdnya y luego fuimos a pasear a otro llamado Sopot.

 (Gdnya)

Pasamos la noche hablando con los polacos.

19 de mayo:
Pasamos la mañana en Gdansk y fuimos a ver un concierto de órgano (el por qué no lo sé) y por la tarde cogimos un tren que tardó tan sólo 3 horas para volver a Varsovia.


20 de mayo:
Visitamos la Sinagoga de Varsovia, la iglesia Ortodoxa y la segunda catedral de Varsovia.
Pasamos el mediodía en un Starbucks (VIVA EL FRAPUCCINO DE CHOCOLATE) y por la tarde, Natalia y yo nos fuimos a casa de Sarika y estuvimos allí hasta la noche.

 (Postureo nivel +10000000)

21 de mayo:
Pasamos la mañana en un parque, el cual estaba lleno de pavos reales (dato interesante ya que nos quedamos 10 minutos intentando que uno abriera las plumas para poder sacarles una foto lmao) y antes de comer fuimos al Museo Del Levantamiento De Varsovia.

 (Nuestro amigo el pavo)


 (Museo del levantamiento)
Fuimos a comer al restaurante de la madre de Sarika y luego pasamos la tarde todos juntos, españoles y polacos.

A las seis de la tarde nos fuimos a cenar a un restaurante polaco (la comida riquísima) y luego nos fuimos a casa, donde le enseñé a mi polaca varias fotos de Santiago.


(Natalia, yo, Julia y Sarika fuera del restaurante)

(Mientras tanto el resto de becados se fueron todos en amor y compañía a hacer el visado a Madrid)

22 de mayo:
Me vuelvo a levantar a las 5 de la mañana (yuju...)
Y me voy corriendo a la estación de tren para viajar a Lotz.
El viaje en tren pasó en 3 horas de las cuales una me la pasé medio sobada y las otras dos por el tren dando vueltas intentando grabar un vídeo de Little Talks con Marta, Lucía y el resto.
En Lotz visitamos un pequeño museo sobre el cine y luego paseamos por la calle principal.
El resto de la tarde la pasamos en un centro comercial llamado Manufaktura (viva el turismo consumista) comprando recuerdos, ropa de New Yorker y helados.

 (Cuando instalan tu trono fuera del centro comercial...)

Cogimos un tren de vuelta que pasó entre: discusiones sobre si el perro de Laura es guapo, feo o si está triste por si no copula; bailes delante del vagón de los profesores mientras la de biología se descojonaba y nos grababa; vídeos de nosotras bailando y Lucía, Marta y yo sacando la cabeza por la ventana cual perritos.
Al llegar fuimos a casa de Sarika y luego vinieron a "mi casa" a cenar Natalia, Sarika, Isa, Veronika y una amiga de mi polaca.
Cuando se fueron todas hice mi maleta y luego a sobar.

23 de mayo:

Todo lo bueno se acaba.
Me despido de la familia y me voy al aeropuerto con Julia y su madre.
Después de despedirme de Julia con los ojos llenos de lágrimas y de prometerle que seguiríamos en contacto, pasamos los controles y esperamos al avión a Madrid.
Comimos en Madrid y hacia las ocho nos cogimos un avión a Santiago.

Y bueno, me he extendido un poquito, pero quería contaros mi experiencia en Polonia.
Es un sitio precioso y realmente tengo unas ganas enormes de volver.

Pronto espero tener noticias nuevas del tema USA, hasta entonces, como dice J Pelirrojo...

¡Sed felices!


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